«5000 páginas no son nada. Entrevista a Llorenç Pagés, diez años al frente de “Novática”: 2006-2016»
por Miguel García-Menéndez, Vocal de la Junta Directiva General, ATI
Fue el maestro Carlos Gardel quien, en su “Volver”, sentenció aquello de “… veinte años no es nada”. Tal afirmación nos hace presumir lo poco que han debido parecerle a nuestro buen amigo Llorenç Pagés los diez que ha pasado al frente de “Novática”, la publicación insignia de ATI (Asociación de Técnicos de Informática), decana del sector editorial informático en España.
A poco ha debido saberle a Llorenç la última década; y a mucho a los lectores de la revista, fieles u ocasionales, que han podido disfrutar en este tiempo las cinco mil páginas que él ha seleccionado para ellos. Para todos nosotros.
Estoy convencido de ello. Y así lo creen, también, mis restantes compañeros de la actual Junta Directiva General de ATI, bajo cuyo mandato, y en calidad de vocal delegado para la revista, escribo estas líneas. Unas líneas que no pretenden sino servir de sencillo homenaje que, desde la citada JDG, queremos tributar a quien lleva acompañándonos como socio y compañero, desde hace cuarenta años; los últimos diez, como ya he señalado, a cargo de “Novática”.
Glosar -en su estricto sentido etimológico de “detallar”- una trayectoria como la de Llorenç en lo relativo a “Novática”, se hace un completo desafío. Máxime, cuando se trata de una trayectoria tan rica. Por fortuna, dos circunstancias han contribuido a aliviar el esfuerzo: en primer lugar, todo reto parece menos cuando de mostrar gratitud se trata; en segundo, hemos podido contar con la complicidad y colaboración del propio Llorenç, lo que ha aconsejado optar por un particular formato para este escrito: el de entrevista.
Por tanto, permítanme que les deje, a continuación, con la transcripción de la conversación que he podido mantener con él, hace tan sólo unos días. Acababa de anunciarse el nombre de su sustituta, Encarna Quesada, después de que, meses atrás, él mismo anunciase a la JDG su intención de ir cerrando un capítulo que ya se prolongaba por más tiempo del que jamás hubiese imaginado. Estas fueron sus reflexiones.
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MGM: Buenos días, Llorenç. Muchas gracias por atenderme. ¡Comencemos! Para empezar, permítenos conocer un poco más a Llorenç Pagés. ¿Dónde naciste? ¿Cuáles fueron tus inicios en la Informática? ¿Desde cuándo eres socio de ATI?
LlP: Nací en Barcelona hace 57 años. Empecé en la Informática a los 16 años y realmente me fascinó. Recuerdo cómo me sumergía en la tarea de escribir mis programas en las hojas de codificación de entonces; y cuánto disfrutaba con ello. Así, fui “alumno destacado” y a los 17 años ya estaba trabajando en una empresa llamada Rocalla -posteriormente absorbida por Uralita-, donde era, de lejos, el más joven del equipo.
Allí, un compañero llamado Miquel García Fasius, que debe ser uno de los socios de ATI más antiguos, me propuso hacerme socio. Gracias a él he vivido todo lo que ha venido después.
De aquella época, recuerdo con mucho cariño las “Escuelas de Informática de Verano” que coorganizaba ATI. Era maravilloso descubrir en pocas horas todo lo que se podía hacer con la Informática y vislumbrar un futuro espléndido que luego se ha cumplido con creces.
MGM: Tras esos inicios profesionales tan técnicos, ¿qué te llevó, en 2006, a asumir el reto de volcarte en una actividad, como la editorial, al frente de “Novática” [y, dicho sea de paso, de su versión inglesa “Upgrade”, editada en nombre de CEPIS (Consejo de las Sociedades Europeas de Informática Profesional)]?
LlP: A decir verdad, y visto con la perspectiva de hoy, parece una locura que hubiese aceptado; y, sobre todo, que haya podido seguir el ritmo hasta ahora. Tirando corto, ello me ha supuesto, durante muchos años, añadir unas 20 horas semanales de dedicación a las 40 horas de mi trabajo “normal”.
Aún así, he de decirte que, en aquel momento, no me pude negar. Lo que entonces recordé fue cómo siendo todavía un muchacho esperaba con devoción cada nuevo número de “Novática” para devorarlo con fruición. Por tanto, aquella era una oportunidad más que soñada. Era como si a un admirador eterno de Messi -el rey de reyes en lo suyo-, de repente, le propusieras formar parte de su equipo …
Por cierto, el equivalente a Messi en “Novática” ha sido -incluso hasta hace muy poco- Rafael Fernández Calvo (“Rafa”), a quien no tengo palabras para agradecer todo lo que ha hecho por facilitarme el trabajo. Primero como antecesor mío y, más tarde, como vocal delegado de la Junta Directiva General para la revista. Sin él, estoy seguro de que no habría llegado a esta meta. Además, ha sido realmente muy grato comprobar que, en Rafa, tras un gran profesional, hay una excelente persona.
MGM: Sin duda. Como actual sucesor suyo, también, en lo que me toca, no puedo sino corroborarlo. Pero, prosigamos. Hablando de Rafa y de la etapa anterior, ¿qué revista te encontraste? ¿Qué revista dejas ahora? ¿Cuál ha sido la evolución en esta década?
LlP: Básicamente, lo que yo he hecho es perseverar en el modelo que estableció Rafa, que incluye la monografía como elemento básico de la revista. Una monografía que, número tras número, se ve complementada por otros contenidos variados (secciones técnicas, por ejemplo), de modo que nadie se tenga que quedar sin encontrar algo que le pueda interesar en cada entrega.
A ese formato “tradicional”, yo añadí en diversos números, allí donde lo consideré oportuno, la idea de actuar personalmente como “editor invitado principal” -el editor invitado en las monografías de “Novática” es el experto que contacta con cada autor, encarga los artículos y los revisa en primera instancia-. De ese modo, pude dar también salida, hasta cierto punto, a la vocación periodística que hay dentro de mí.
Por lo demás, como todos sabemos, el contexto económico, e incluso social, ha cambiado mucho desde 2006. Así, tuvimos que ver cómo CEPIS decidía suspender la publicación de “Upgrade” -la hermana angloparlante de “Novática”- a finales de 2011. Y de igual modo, un año después la propia ATI no pudo ya hacerse cargo de los gastos que implicaba la publicación impresa de “Novática” y, a partir de entonces, nuestra revista pasó a publicarse en formato exclusivamente digital.
Aun así, creo que hemos afrontado estas eventualidades con mucha dignidad. Una de mis preocupaciones fundamentales, en aquellos momentos, fue el posible desinterés de los autores por publicar en nuestras monografías, toda vez que publicar la versión de sus escritos en inglés, a través de “Upgrade”, quedaba descartado; y cuando, casi al mismo tiempo, la posible “visibilidad” ofrecida hasta entonces por la publicación en papel perdía, igualmente, toda viabilidad. Pero eso, como el tiempo nos ha demostrado, no ha sido así en absoluto, afortunadamente. Al contrario, hoy nuestras monografías suelen tender a gozar de una mayor extensión, gracias al hecho de que el coste variable por página publicada se ha visto exponencialmente reducido con la llegada del formato únicamente digital.
Asimismo, en lo relativo a la internacionalización de la revista, lo que hemos podido perder por la parte europea, lo hemos ido ganando por el lado latinoamericano, en el sentido de un actual mayor número de autorías de esa procedencia y de un estrechamiento de lazos con asociaciones como CLEI (Centro Latinoamericano de Estudios en Informática).
MGM: ¿Cuál podría decirse que es tu legado, cuantitativamente hablando, en estos años?
LlP: Con el número que estamos a punto de publicar -nº 237, dedicado a “Big Data”-, con el que me despido de nuestros lectores, van a ser 56 las portadas de “Novática” editadas bajo mi dirección. Si hablásemos en número de páginas, éstas se acercarían a las 5000. Naturalmente, a esas cifras hay que añadir las 31 entregas de “Upgrade”, publicadas en inglés en ese período, hasta diciembre de 2011[1], como ya te he comentado.
Pero por encima de los números creo que están las personas. En estos 10 años, han colaborado en secciones técnicas (como revisores y redactores de reseñas -sección “Referencias Autorizadas”-) entre 75 y 80 expertos en las más diversas áreas de la Informática. Mientras que el número de autores de quienes hemos publicado artículos en estos años, contando coautorías, supera con toda seguridad el millar.
Además, el número de presentaciones presenciales a las que han dado lugar todas estas publicaciones, entre Barcelona y Madrid, sin haberlas contado una por una, yo diría que se ha acercado como mínimo a la veintena, a razón de una media de dos por año.
MGM: ¿Cuál o cuáles de esos trabajos destacarías y por qué?
LlP: Como te he dicho antes, una idea que he puesto en marcha en estos años es la de las monografías “transversales”; aquellas que, por no ocuparse de un área de la Informática en concreto sino de todas en general, no requerían de un experto especializado para coordinarlas y, por lo tanto, admitían que yo me ocupase de ellas como editor invitado principal.
En este sentido, destacaría estas tres: “Experiencias profesionales” (2010); “Innovación y emprendimiento en Informática” (2011); y, sobre todo, la más reciente, titulada “Año 2025: El futuro de la Informática” (2015), cuya publicación hicimos coincidir con la conmemoración del XL aniversario de nuestra revista. Te confieso que, en los tres casos, me sentí plenamente satisfecho del resultado obtenido, en el convencimiento de que podrían interesar al 99% de nuestros lectores, con independencia del área de la Informática a que estuviesen dedicados desde el punto de vista profesional.
En cuanto a la internacionalidad de las monografías también habría que destacar otras cuantas. Para empezar, dos en las que la colaboración con CEPIS fue intensísima: “EUCIP: Un modelo de evaluación para las habilidades TIC” (2008) y “Presente y futuro de la Informática en Europa” (2009). Junto a ellas, la titulada “Gestión de riesgos” (2011), para la que pudimos contar, como editor invitado, con una de las personas más relevantes en la Ingeniería del Software en Gran Bretaña, Darren Dalcher. Y, por último, un par de entre las más recientes: “Las mujeres en la profesión informática: historia, actualidad y retos para el futuro” (2015), en una extraordinaria colaboración con CLEI; y la ya citada “Año 2025: El futuro de la Informática” (2015), donde conseguimos una estrecha colaboración con IFIP (Federación Internacional para el Tratamiento de la Información).
Y aquí permíteme, antes de continuar, hacer un inciso para agradecer muy especialmente a Ramon Puigjaner (“Putxi”) -durante largos años y hasta hace un par de meses, vicepresidente de IFIP- su intensísima colaboración con “Novática”, la cual nos ha permitido mantener, junto con el resto del equipo de representantes de ATI en IFIP, la sección “Noticias de IFIP” como una de las fijas de la revista. Cabe, asimismo, agradecer, también, a Putxi el habernos ayudado a conseguir todo tipo de contactos para que nuestras colaboraciones con CLEI e IFIP, citadas ya con anterioridad, fueran tan fructíferas como lo han sido en estos años.
MGM: Cambiando un poquito de registro, permíteme volver a preguntarte ¿cuál podría decirse que es tu legado tras este tiempo?; pero, en este caso, desde un punto de vista cualitativo.
LlP: Mi respuesta a esta pregunta tendría que ser una continuación de la anterior. Es decir, creo que el mantenimiento de la vocación internacional de la revista ha sido una de las claves para conservar y quizás, en algún sentido, incluso incrementar nuestro prestigio como revista.
Hemos trabajado también en estrecha colaboración con diversos eventos, tanto ocasionales como periódicos, publicando artículos relacionados con sus mejores ponencias. Entre ellos, cabe recordar que actualmente mantenemos una continuada relación con la ya citada CLEI, con CUSL (Concurso Universitario de Software Libre), con JCIS (Jornadas de Ciencia e Ingeniería de Servicios), con JENUI (Jornadas sobre la Enseñanza Universitaria de la Informática), con LAWCC (Congreso de Mujeres Latinoamericanas en Informática) y con TURITEC (Congreso de Turismo y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones). Te confieso que, de entre todos ellos, al CUSL le tengo un cariño especial por ser, a mi juicio, una iniciativa única en España para incentivar en los estudiantes de Informática la pasión por su futura profesión, a través del desarrollo “temprano” de software libre.
Finalmente, algo muy destacable y en lo que, por tanto, quisiera insistir una vez más, es la amplia nómina de coordinadores de secciones técnicas con los que ha contado -y, en no pocos casos, aún cuenta- la revista. Su compromiso continuado a lo largo de los años constituye, a mi juicio, un valiosísimo activo que no se puede obviar.
En ese sentido, permíteme que destaque la labor, no ya de los 55 coordinadores que tenemos ahora mismo en nuestra trastienda, a muchos de los cuales sus ocupaciones profesionales impiden una colaboración más allá de lo esporádico y puntual, sino de una quincena -aproximadamente- de los mismos, que se preocupan de contribuir a cada número, ofreciendo nuevas ideas, contactos, contenidos, etc. Como le he dicho recientemente a Encarna en nuestras primeras conversaciones tras su nombramiento, si aquellos mantienen su nivel de compromiso, a buen seguro, el futuro de “Novática” estará más que garantizado.
MGM: ¿Qué puedes decirme del equipo que te ha acompañado en esta aventura
(maquetadores, impresores, portadista, traductores, …)?
LlP: Ésta es una pregunta que te agradezco particularmente. Lo cierto es que yo no hubiera podido hacer nada sin el equipo que me ha rodeado. Entre ellos, permíteme “enviarle” un recuerdo muy especial a Jorge Llácer, tristemente fallecido, que fue maquetador de “Novática” durante más de 20 años.
Jorge, fue una persona muy golpeada por sus circunstancias personales y familiares; y lo tendré siempre en mi corazón y en mi memoria. Sé que muchos comparten este sentimiento. Baste ver las semblanzas que se escribieron con motivo de su desaparición, para comprenderlo.
Tras la falta de Jorge, Josep y Lola, de la empresa Derra, cogieron el testigo en lo que se refiere a las labores de maquetación para la revista. Derra ya había desarrollado una valiosísima colaboración con “Novática” desde la época en la que la revista se publicaba en papel, puesto que ellos eran quienes se encargaban de la impresión. Por suerte, siempre hemos tenido un gran entendimiento mutuo.
No menos destacable ha sido la calidad de las portadas de nuestra revista. Desde 2007, la responsable de esta calidad es Concha Arias, una persona a la que admiro especialmente por la creatividad que nos muestra en cada uno de sus trabajos.
Mi paso por la Dirección de “Novática” se ha beneficiado, también, del espíritu de voluntariado que ha rodeado siempre a ATI. En mi caso, materializado en forma de colaboraciones para las traducciones de textos originales en inglés, al castellano. Sólo tengo palabras de agradecimiento para los más de veinte traductores que alguna vez -y, en determinados casos, de manera muy persistente- han colaborado en estos últimos diez años.
Por último, considero también como parte de mi equipo -me he referido reiteradamente a ellos- a los numerosos coordinadores de sección de los que tengo el orgullo de haberme acompañado. Bastantes de ellos tuvieron a bien actuar, alguna vez, en calidad de editores invitados de monografías. Y con muchos de ellos he tenido la suerte de mantener lazos muy estrechos de colaboración.
Aunque no estrictamente integrantes de “mi” equipo; pero sí, miembros del equipo “Novática”, quisiera enviar un recuerdo a mis antiguos -antes de que llegases tú- “jefes”, en la JDG de ATI. Me refiero tanto a Fernando Piera, con quien empecé, como a Rafa, de quien ya te he hablado.
MGM: Muchas gracias Llorenç. ¿Puedes compartir alguna anécdota? ¡Habrá muchas!
LlP: Sí, puedes estar seguro de que tendría muchas cosas que contar. Sin embargo, me voy a quedar con una referente al CUSL que he citado hace un rato.
Resultó que, después de haber colaborado desde “Novática” durante tres años en la promoción del concurso, la organización me invitó a Sevilla, al evento de entrega de premios del III CUSL, para que nosotros hiciéramos promoción de ATI y de la revista. A tal efecto, nos habían reservado una hora, durante la tarde de la última jornada del concurso, el viernes, día 8 de mayo de 2009[2]. Por supuesto, yo aproveché mi presencia allí para -como habíamos hecho en otras ocasiones- encargarles un pequeño artículo sobre su proyecto, a los premiados, todos ellos estudiantes de futuro promisorio.
Sin embargo, en aquel momento me encontraba lejos de saber que las cosas no habían terminado allí. Al cabo de un año sucedió lo insospechado: por decisión del jurado, uno de aquellos chavales que había conocido entonces, Emilio José Rodríguez Posada, resultaría ganador de la “V Edición del Premio Novática” (2009)[3].
Ha sido la única vez en su historia en la que se otorga el “Premi Novática” a un estudiante. Una muestra más de que en esta vida, cuando se establece un círculo virtuoso entre varias personas, entidades, etc., es fácil que los límites de mutuo beneficio escapen a nuestras previsiones.
MGM: ¿Te atreverías a darle alguna recomendación a tu sucesora, la gijonesa Encarna Quesada?
LlP: La verdad es que conozco bastante bien a Encarna, dado que lleva ya muchos años actuando como coordinadora de sección para “Novática”. Y, consecuentemente, soy muy consciente, tanto del gran aprecio que tiene hacia este común proyecto, cuanto de la generosidad de su esfuerzo. Por ese lado, creo que sus bases son muy sólidas.
Así pues, ante la gigantesca tarea que le espera, dadas las circunstancias -en particular, la escasez de recursos con la que se tendrá que manejar, propia de los tiempos que vive ATI-, yo le recomendaría que trate de acoplar las necesidades futuras de “Novática” con sus fortalezas, que me consta son muchas, de manera que pueda realizar su desempeño a gusto y de una manera apasionada. Pienso que la pasión en el empeño fue una de mis mejores virtudes y creo que también puede ser la mejor garantía de éxito para Encarna.
MGM: Casi para terminar -iniciábamos esta conversación en el plano personal, conociendo a Llorenç Pagés-, retomémoslo y permíteme que te pregunte por algún rasgo característico de tu personalidad.
LlP: Por supuesto. Recuerdo con mucho cariño de mi primer trabajo, cómo Miquel García Fasius, de quien ya he hablado, solía dibujar caricaturas de sus compañeros. Y a mí siempre me caricaturizaba como una paloma. Fue un gran acierto por su parte. Nunca me ha importado representar ese papel. Todo lo contrario, creo que ha acabado aportándome mucha felicidad. De modo que ahora puedo proclamar que “ir de bueno por la vida” te recompensa ampliamente.
MGM: ¿Estás seguro?
LlP: Completamente. Y más, después de haber completado el curso “The Science of Happiness” (“La Ciencia de la Felicidad”), un MOOC de la Universidad de Berkeley que recomiendo vivamente a todos. Este curso ha representado para mí la reafirmación, desde un punto de vista científico, de mis convicciones. De modo que queda demostrado que no es más feliz quien más consigue, o puede conseguir, sino quien más aprecia lo que tiene y actúa en consecuencia.
MGM: Pero eso lo sabemos casi todos, ¿no?
LlP: No lo creo. Muchos se pierden en el camino. Te lo desarrollaré un poco más: en los últimos 200 años la Humanidad ha avanzado mucho en la senda hacia la igualdad de oportunidades entre los seres humanos, con independencia de su raza, sexo u origen. Pero, aun manteniéndonos en esa línea, todavía nos queda un muy importante trecho por recorrer.
Porque disponer de igualdad de oportunidades no significa tratar de imponer a ultranza nuestros criterios por encima de los de los demás. Hacia eso parece estar orientado el sistema educativo actual, que busca hacernos competitivos en extremo; cuando, sin embargo, por el camino de la empatía, el pacto, la cooperación y la colaboración acaba consiguiéndose mucho más.
Ocurriendo, además, que esas actitudes tienen su base en otras mucho más profundas como son el aprecio, la gratitud, la generosidad, el reconocimiento de las virtudes ajenas, …; y, por supuesto, en el amor y en la amistad, que son la base de todo.
Todo esto se dejó en el pasado al estudio de la Religión (¿qué tendrá que ver creer en Dios, con cumplir un mandato de la propia vida?) o a la Ética (que queda mucho más allá de todo esto). Así que a estos temas quiero dedicarme decididamente en el futuro.
MGM: ¿En el futuro? ¿Y cuál va a ser tu futuro?
LlP: Apunta a una profesión de la que todavía no se ha hablado en los medios; pero de la que, estoy convencido, se hablará con frecuencia: “Psicólogo de la felicidad”[4]. Ojalá pueda concluir ese libro que actualmente estoy proyectando como mi primera aportación a este tema, que ahora mismo me parece realmente apasionante.
MGM: Y ojalá que nosotros podamos leerlo. Muchas gracias y un abrazo, Llorenç.
[1] Todavía se encuentran accesibles en: <http://www.cepis.org/upgrade/>
[2] Todavía puede consultarse el programa de esas jornadas en: <http://www.concursosoftwarelibre.org/0809/fase-final.html>
[3] Véase <http://www.ati.es/novatica/premios-novatica.html>
[4] Véase <https://faculty-gsb.stanford.edu/aaker/pages/documents/ThePsychologyofHappiness.pdf>