Nadie adivinaría hoy por su aspecto que este chileno verbal y cordial, elegantemente vestido, estuvo entre los dirigentes del proyecto de socialismo democrático que se desarrolló en Chile a principios de los años setenta bajo la dirección del Presidente Salvador Allende, en cuyo Gobierno un jovencí-simo Fernando Flores fue ministro de Economía y Finanzas.
Tras la sangrienta represión militar de ese proyecto, Fernando Flores pasó algunos años en la cárcel. Convertido en consultor de éxito en todo el mundo, residente en los Estados Unidos, Presidente de la empresa Business Design Associates, autor de libros empresariales de gran impacto, lo entrevisto tras su intervención como ponente en el Congreso ACM97, celebrado en la ciudad californiana de San José a primeros de Marzo, intervención efectuada con pasión latina en un inglés con imborrable acento hispano y coronada por un largo y rotundo aplauso.
Al terminar la entrevista descubrimos que tenemos amigos comunes (Fernando Sáez Vacas, Felipe Gómez-Pallete, su compatriota Ricardo Baeza Yates, miembro de Consejo Editorial de Novática). Una prueba más de que el mundo es cada vez más pequeño ....
Pregunta. Tras ponencias llenas de tecnología de alto nivel, Vd. ha aportado a ACM97 otra dimensión. En su intervención Vd. ha expresado un concepto que ha capturado mi atención y que me parece muy adecuado: el ciberespacio no es una revolución tecnológica sino un cambio en la forma de comunicarse y en las relaciones sociales. ¿Podría Vd. desarrollar esta idea para los lectores de Novática?
Respuesta. Lo primero que hay que decir es que mucha gente está equivocada conceptualmente en lo que se refiere a los temas tecnológicos y por eso no pueden ver estas cosas: confunden la mente con el cerebro, que son dos palabras diferentes tanto en español como en inglés. Lo mental tiene que ver siempre con lo relacional y con lo interrelacional y ahí están los actos y ahí están las emociones. Actos y emociones están imbricados entre sí, aunque tampoco las emociones son algo subjetivo que está dentro del cuerpo: las emociones son siempre reacciones automáticas. Uno se indigna con alguien, se enamora de alguien y se deja llevar por una cierta fuerza. Lo mental tiene que ver con eso y por lo tanto lo que esta cambiando con el ciberespacio son las dimensiones del juego social posible: qué podemos hacer, a qué nos conectamos, las cosas que tú ves, el papel de las minorías ... Con Internet empiezan a surgir comunidades de todo tipo que van más allá de las divisiones étnicas y religiosas a las que estamos acostumbrados. A esto yo le llamo nuevos conceptos de vecindario.
Por otro lado, ¿que son los negocios? Los negocios tienen que ver con actos: tú estás haciendo esta entrevista porque tienes un compromiso con tu revista; tienes fechas críticas, un compromiso con tus lectores y al final yo llegué a un compromiso de atenderte y aquí estamos haciendo esta entrevista en un lugar muy lejano de tu tierra y de la mía. El compromiso no son las palabras sino estas relaciones, estos flexible bonds o vínculos flexibles. Esta manera de ver las cosas la he desarrollado yo y lentamente va siendo reconocida, como se desprende de que yo haya sido el único orador latino en este foro. Resulta un tanto extraño y poco habitual que a un latino como yo lo llamen los alemanes y los suizos para hablar del concepto de impecabilidad y no tanto para hablar sino para ponerlo en práctica en sus empresas.
A partir de esta conferencia es posible que por primera vez la comunicación y la relación empiecen a tomarse en serio en estos ambientes. Vd. pudo escuchar ayer a otro orador, Bran Ferren, Vicepresidente de I+D de Walt Disney, que también dió una visión diferente y es interesante que en un congreso de una asociación como la ACM se esté hablando de esto.
P. Las ideas expresadas tanto por Vd. como por Ferren y por Brenda Laurel quizás tengan algo que ver con un concepto antiguo pero sobre el que ahora se está teorizando mucho (en España tenemos una persona que habla mucho y escribe muy bien sobre el mismo, el profesor José Antonio Marina). Me refiero a la llamada "inteligencia emocional".
R. Sí, sobre este tema en Estados Unidos ha escrito un libro esencial Daniel Goleman. Con muchos matices, se parte de que existen dos tipos de inteligencia: una la que resuelve problemas y otra la que sabe relacionar. La que sabe relacionar es la que sabe ver los detalles y es capaz de ver las actitudes y provocar buenas actitudes. Esto es fundamental porque se ve claramente que la gente que tiene éxito no es la que tiene inteligencia analítica sino aquella que tiene ... no me gusta llamarle inteligencia emocional sino yo diría un "saber vivir emocional", que incluye saber vivir con uno mismo.
P. Vd. ha hablado también de que comunicación e información, evidentemente, no son la misma cosa pero ¿cómo traslada Vd. esta diferencia entre información y comunicación al mundo de los negocios ?
R. Muy fácil, la información es lo muerto. Si yo digo que el Real Madrid juega mañana, es una información acerca de que el partido es mañana, es pura información, pero cuando yo soy el entrenador del R. Madrid y le digo a un jugador "tú vas a marcar a éste", no se trata ya de una información sino de una orden, una recomendación: esa "producción de acción coordinada" es lo que yo llamo comunicación.
P. Esto evidentemente tiene una traslación al mundo de los negocios, al mundo de la empresa ...
R. La empresa, en mi tesis doctoral de hace ya muchos años –1968—, la definía como "red de compromisos" o network of commitments. Completaba esa definición diciendo que es "una red de compromisos dirigida a satisfacer su compromiso principal: cumplir la promesa hecha a sus clientes". Hoy día lo que agregaría es que hay que cumplir también la promesa hecha a los inversores. Sin clientes no hay empresa y ésta tampoco existe sin inversionistas y sin empleados clave, sin proveedores, etc. ... Es una red en la que, si algo falla, todo el mundo pierde y finalmente una empresa quiebra.
P. Ha hablado Vd. también de cosas que no son evidentes para las personas que tienen una formación y un enfoque exclusivamente técnicos: no necesitamos software, necesitamos sistemas; no necesitamos correo electrónico, necesitamos herramientas de comunicación y coordinación. ¿Cómo desarrolla Vd. esto?
R.- Pues muy fácil: dígame ¿está haciendo esta entrevista por correo electrónico? No: la estamos haciendo en directo. ¿Cuál fue el acto qué Vd. tuvo que llevar a cabo para realizarla?: hizo un pedido y yo me comprometí. Esto es lo esencial y ocurriría también, aunque de distinta forma, si la hiciésemos por correo electrónico. En este caso lo más probable es que un amigo tuyo español dijese "yo conozco a Flores"; él se pone en contacto conmigo, etc. Habríamos tenido que producir varias coordinaciones de promesas antes de producirse la entrevista. Yo para venir a esta conferencia he tenido que mover mucha gente detrás .... entonces cada actividad humana son redes de coordinación tremendas y el reconocimiento de esta realidad es algo muy bonito porque indica que el respeto y la economía empiezan a estar interconectadas.
P. Vd. ha hablado de algunas cosas que en este marco sonaban raras. Ha dicho que por una parte estaba hablando el Fernando Flores del primer mundo pero que Fernando Flores también pertenece a un mundo que tiene problemas distintos, preocupaciones distintas ....
R. Claro, tengo preocupaciones distintas porque conozco gente, como también ocurrirá con parientes suyos en España, que no están al tanto de todo esto y me preocupa su educación, su mundo, pero mi obligación es educarles para este mundo futuro.
P. Vd. sabe que en Chile hay uno de los proyectos más antiguos, más admirables y más solidarios de utilización de las telecomunicaciones en la escuela. Es el Proyecto Enlaces. ¿Lo conoce ?
R. Lo conozco.
P. Se lo pregunto porque mucha gente no sabe que Chile es un país muy avanzado en muchas cosas ...
R. Sí, por ejemplo en el campo de la Administración de Empresas en Chile hemos producido más pensadores que España: Maturana es chileno, Barila es chileno, yo soy chileno. No lo digo para provocar en plan chovinista, no somos "sudacas" como dicen Vds. ....
P. Eso lo dicen los racistas, yo no soy racista ... Vd. ha hablado del primer y tercer mundo y yo quería preguntarle cómo puede la tecnología ayudar a que disminuyan las desigualdades entre ambos.
R. Tomemos la Internet, para que no hablemos de la tecnología en general. La Internet nos ha permitido a todo el mundo, incluyendo los españoles, acercarnos más a Estados Unidos, a sus bibliotecas, lo cual es fantástico porque uno no puede estar al día en este mundo si no está conectado con ellos. El coste de acceso es baratísimo. Por otro lado la mayoría de la gente sabe poco o nada de todo esto: yo tengo muchos amigos en España, conozco pueblitos cerca de Madrid, como Boalo, que están tan retrasados como Sudamérica. A pesar de ello se están creando nuevos espacios de acción y son esos espacios diferenciales de acción los que producen riqueza.
P. ¿Podría explicarme esto último?
R. Yo hago cosas que los demás no hacen: a eso lo llamo yo "diferencial" y si lo hago antes que otro y tengo clientes voy a ser más rico que el que no lo hace. Esa es la cosa: la Internet está creando nuevos espacios de acción diferencial. Si los pobres se conectan antes a lo mejor puede ayudarles a salir de la pobreza, pero si no lo hacen seguirán en élla.
P. Hablando del mundo de habla hispana, quiero darle una información: las estadísticas que da por ejemplo El País Digital, que es la edición de este diario para Internet, indican que un alto porcentaje de los accesos al mismo se realiza desde los Estados Unidos.
R. Yo creo que en primer lugar no hay que olvidarse de que hay 400 millones de personas que hablan español. Hay una cultura española, y me incluyo yo en ella, que es muy atractiva para la gente. Nosotros tenemos una fuerza, un saber vivir, un corazón. Algo seducimos por ese lado.
P. Tres ponentes de ACM97, incluido Vd. mismo, han utilizado ya el concepto de narrador o story teller. ¿Por qué está apareciendo con tanta fuerza este concepto?
R. Por tres razones distintas. Yo diría, en primer lugar, porque es una moda intelectual: en los últimos años en filosofía, en literatura, en el mundo, en Francia, aquí, se da una gran importancia al concepto de narrativa. La gente empezó a darse cuenta de que la esencia de la mente es la de mantener el futuro abierto y la manera de hacerlo es contando cuentos; entonces el contar cuentos no es una cosa de la ficción, es una cosa de la vida y yo quise contar un cuento, porque ese cuento le cambia la vida a los demás. Eso por un lado. Segunda cosa: todavía este foro está dominado por gente que piensa en información y conocimiento. Están equivocados y eso es lo que les dijo ayer Bran Ferren, que viene de Walt Disney. Después lo reforcé yo.
La tercera razón es la más profunda. Es eso lo que realmente somos: contadores de historias. A ti y a mi no es la lengua la que nos une, es El Quijote, ¿entiendes? Si nos preguntamos cuáles son los caracteres arquetípicos en los cuales nosotros nos encontramos y nos reconocemos nos topamos con El Quijote, porque El Quijote no está en el pasado, está en el presente. Esa tendencia que tenemos todos los hispanos a luchar contra los castillos de aire, a poner el honor por delante, a poner la sabiduría de Sancho Panza, está muy profunda en toda la gente que realmente se siente de cultura hispana, porque la cultura hispana que sólo tiene un habla común pero no tiene esas historias, ya dejó de ser hispana aunque hable español.
P. Vd. es un consultor de éxito en los Estados Unidos. ¿Cómo se desenvuelve un latino en el mundo de los negocios de este país, tan competitivo y tan fuerte?
R. Siendo cien veces mejor que ellos, demostrando que se es mejor que ellos. A un latino le exigen más. Yo fui el primer charlista que dijo algo de peso en toda la conferencia. Aquí yo no puedo ser ingeniero, tengo que ser pensador, filósofo, político, pero se puede tener éxito porque una de las cosas bonitas que tienen los norteamericanos es que respetan a la gente que tiene capacidad, pero el respeto hay que saber ganárselo, hay que ser duro como el diablo, luchar, pero aquí hay reconocimiento, mientras que en el mundo de habla hispana, incluyendo a España, también se lucha pero hay mucho, mucho chaqueteo.
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